Las relaciones entre arte y mercado suelen estar veladas
Prejuicios, desconocimiento y preguntas –muchas veces no hechas o sin respuestas- rodean a un tema que, lejos de banalizar la obra de arte, propone concebirla como una mercancía en un circuito en el que la del artista es considerada, y valorada, como una profesión.
Desde esta óptica, y concibiendo a la obra en una trayectoria que recorre producción, circulación y consumo, nos acercamos a las formas que dichas relaciones adquieren en Mendoza.
Convergen aquí las miradas de distintos actores del campo local, quienes coinciden en señalar que aunque no está consolidado como tal, existe en la provincia un incipiente mercado de arte. Las razones recorren análisis culturales y coyunturales. ¿Cuáles son los valores de referencia en el mercado local?, ¿puede un artista en nuestra provincia “vivir” de su profesión?, ¿quiénes compran arte en Mendoza?, ¿es el arte una inversión?, ¿cuál es el rol de las galerías?, son algunas de las preguntas que recorren la nota y nuestros especialistas contribuyen a responder.
¿MERCADO DE ARTE MENDOCINO?
El tema de la consolidación de un mercado de arte en una provincia como la nuestra sigue siendo una pregunta que suscita interesantes reflexiones que apelan a algunas características del campo artístico local. Daniel Rueda, marchand y dueño de la galería de arte que lleva su nombre, afirma que “en Mendoza estamos lejos de contar con un mercado consolidado de arte. Sí podemos hablar de un mercado en formación”.
Sofía Jacky, coordinadora de Galería Santángelo, coincide en que “aún no existe un mercado consolidado. Podríamos decir que el mercado en Mendoza es incipiente pues, hay pocos puntos de comercio formal del arte. Hay pocas galerías y los espacios para la comercialización suelen ser de carácter esporádico. Además, la carencia de una sólida crítica de arte genera confusión y poca claridad respecto a los valores económicos reales de las obras”.
Por su parte, el artista Eduardo Hoffmann entiende que “El arte en Mendoza no es un indicador de estatus, lo son muchas cosas, menos el arte. Esto en regla general, sin embargo, sé de la existencia de unas pocas galerías con un trabajo serio, pero utópico e insalubre, y de algunos verdaderos amantes y coleccionistas del arte, que más de lo que hacen no pueden hacer, porque igualmente son pocos”.
«LA CARENCIA DE UNA SÓLIDA CRÍTICA DE ARTE GENERA CONFUSIÓN Y POCA CLARIDAD RESPECTO A LOS VALORES ECONÓMICOS REALES DE LAS OBRAS”. SOFÍA JACKY
Galería Killka, apertura muestra mayo 2014
QUIÉN COMPRA QUÉ (Y A CUÁNTO)
El tema de los valores de venta de las obras de arte es, posiblemente, uno de los “tabú” dentro de la relación arte-mercado. Nos acercamos a algunas respuestas con el fin de configurar un panorama de este incipiente mercado en la provincia, en que quienes se dedican al arte -como a cualquier profesión- aspiran a convertirla en una fuente de ingresos. Y sin perder de vista la particularidad de este campo de lo social donde, lejos de visiones románticas o idealistas, el “juego” que se juega está atravesado por la compleja cuestión de quién dice quién es un artista (y cuánto vale su obra). Y sin perder de vista que en ello operan tendencias, modas, estrategias de marketing, operaciones –contactos- de prensa, opiniones de la crítica y hasta el mismo factor suerte.
En cuanto al promedio actual de venta de una obra en Mendoza, Anabel Simionato, artista y curadora al frente de Galería Killka, señala que se encuentra entre $5.000 y $7.000; mientras que Sofía Jacky lo ubica en unos $12.000.
Por su parte, Daniel Rueda explica al respecto que las ventas en nuestra provincia han sufrido significativas variables: “Hay que destacar el esfuerzo y la lucha constante de algunos artistas para sostener el valor de sus trabajos, ya que muchos de ellos nunca declinaron ante las desavenencias vividas en este caprichoso mercado en formación. Es cierto que es difícil conocer cómo cierran las ventas los propios artistas en sus ateliers, pero se puede referenciar valores que van de $ 9.000 a $ 45.000 para el caso de artistas profesionales locales y nacionales que comercialicen en Mendoza”.
Sin embargo, al margen de estos números, cabe señalar que tanto Daniel Rueda como Anabel Simionato coinciden en destacar que hay disponibilidad de obras a precios considerablemente menores a los señalados. El primero recalca, por ejemplo, que se puede acceder a obras de artistas emergentes a partir de $1.000 “constituyendo toda una oportunidad para compradores ocasionales donde su interés es sólo el disfrute de la obra, sin omitir la autenticidad de la obra y del artista, acompañado del certificado de autenticidad y no dejando de ser una inversión”.
“EN ESTA ESCUELA DE LO IMPOSIBLE, APRENDÍ TODOS LOS POSIBLES INGENIOS PARA SOBREVIVIR. SI UN ARTISTA EN MENDOZA PUEDE VIVIR DE LO QUE HACE, PUEDE HACERLO EN CUALQUIER LUGAR DEL MUNDO”. EDUARDO HOFFMANN
En tanto que la directora de Killka destaca “las distintas acciones que generan grupos alternativos de artistas para acercarse a otro tipo de público, como los Encuentros de Artistas Visuales o La Imagen Accesible, donde se puede tener contacto directo con el artista, comprar obras a cómodos valores y así entablar con la obra una relación más directa y fluida”.
En cuanto al perfil de quienes compran arte en Mendoza, la coordinadora de Galería Santángelo define a estos como “jóvenes, de clase media, profesionales, con sensibilidad y gusto por el arte”. Y destaca que hay un avance de coleccionistas jóvenes.
Daniel Rueda observa, en sintonía, que “Hay una franja etaria de 30 a 55 años que se está permitiendo adquirir, algunos por placer y otros por inversión, su primera obra. No es un dato menor para los mendocinos, atento en definitiva habla de quiénes somos y cómo deseamos vivir. Considero que es sobre todo un acto de reafirmación personal el convivir con arte. Los mendocinos que están invirtiendo arte son más exigentes y conocedores”.
Desde Killka, y por su experiencia en el trabajo en esta galería ubicada en el circuito turístico del vino, su directora agrega que gran cantidad de los compradores de arte local son turistas extranjeros, a la vez que también destaca que existe una tendencia de personas jóvenes que compran obras a precios accesibles (entre $1.000 y $5.000 pesos), muchas veces con facilidades de pago acordadas con el mismo/a artista. Sin embargo, también observa que “En general se venden mejor las obras que tienden a lo decorativo. En Mendoza mucha gente compra arte para decorar sus hogares o por el prestigio que aporta tener a cierto a artista y no tanto por el impacto a nivel conceptual”.
MIRADA DE ARTISTA
Eduardo Hoffmann es uno de los artistas mendocinos mejor posicionado a nivel internacional en la actualidad. También es de público conocimiento que por una de sus obras se pagaron más de USD 70.000 en una subasta en Estados Unidos. Sin embargo, afirma que “Mendoza es la novia más difícil de conquistar” en lo que se refiere a un mercado del arte. Y, como contracara, agrega que “En esta escuela de lo imposible, aprendí todos los posibles ingenios para sobrevivir. Si un artista en Mendoza puede vivir de lo que hace, puede hacerlo en cualquier lugar del mundo”.
“EN MENDOZA ESTAMOS LEJOS DE CONTAR CON UN MERCADO CONSOLIDADO DE ARTE. SÍ PODEMOS HABLAR DE UN MERCADO EN FORMACIÓN”. DANIEL RUEDA
Hoffmann comparte su reflexión sobre la situación del arte en la provincia: “Mendoza, desde que tengo noción, va pariendo artistas por todos lados, pero sin hacerse cargo. ¿Por qué? por que aplica un criterio muy anacrónico y romántico: creemos que el arte necesita ayuda, limosna, y entonces nunca lo veremos como una inversión que produce múltiples ganancias en mucho rubros. Un ejemplo pragmático en el mundo fue la construcción del Guggenheim de Bilbao, que pasó de ser un pueblo gris industrial a no dar abasto en hoteles, restaurantes. Y sin ir más lejos, la galería Killka y su visión más integrada de un circuito turístico. Otro tanto sucede con la Bodega O Fournier. Tampoco puedo ignorar el Centro Cultural Julio Le Parc y la obra magnífica que tiene suspendida ahí, pero los que proyectaron no tuvieron en cuenta una sala importante de exposición, no tenemos lugar ni escala para montar una muestra importante”.
Todos estos factores operan contra la ausencia de un mercado local consolidado y constituyen obstáculos para que, en general, los artistas de la provincia puedan convertir a la práctica artística en una profesión rentable. Sin embargo, algo se está moviendo y el circuito comienza a cimentar.
Poeta náufrago, obra de Egar Murillo, artista de Daniel Rueda Galería de Arte
EL ARTE COMO INVERSIÓN
Los tres especialistas consultados coinciden en señalar, desde su rol como galeristas, que la compra de una obra de arte constituye actualmente una atractiva posibilidad de inversión. “El valor de una obra de arte crece a medida que el tiempo pasa y a medida que el artista en cuestión va ganado lugares más destacados”, afirma la directora de Killka al respecto.
En tanto que Daniel Rueda analiza que “desde el año 2013 este mercado en formación está dando excelentes señales para aquellos que entendieron que el arte es económico si se sabe comprar en su momento, además de una segura inversión. Son pocas las posibilidades de inversión para quienes no cuentan con una amplia experiencia en el marcado bursátil o con grandes cantidades de dinero, lo que brinda la posibilidad de invertir en un original. Por todo ello, una galería de arte, las ferias y casas de subastas, hoy constituyen una verdadera alternativa y una posibilidad para comprar originales”.
MEDIADORAS
Las galerías de arte operan en el mercado del arte como intermediarias entre artistas y compradores. Constituyen espacios de exposición y son una vidriera para el tercer elemento del circuito: el consumo. A la vez que figuras como la del marchand asesoran a clientes en busca no sólo de una obra que conmueva su interés estético sino que sea, además, una buena inversión económica. Las tres galerías consultadas para la nota tienen perfiles diferentes y cada una ocupa un lugar diferencial en el campo artístico local.
Creada y dirigida por Eduardo Jacky, Santángelo “fue la primera galería después de diez años de una ausencia total de éstas en Mendoza, y por la que han transitado ya más de cien artista de la provincia”, explica su coordinadora. Es una galería abierta al público que está orientada a promover un mercado de arte y el consumo cultural en la provincia. Está orientada a la difusión y posicionamiento de artistas emergentes con potencial y a la puesta en valor y promoción de artistas consagrados.
Ubicada en el Valle de Uco, en la Bodega Salentein, Galería Killka fue creada en 2006 y concebida como un espacio destinado a la exposición y venta de obras de reconocidos artistas locales, nacionales e internacionales. “Actúa como una plataforma para que artistas locales muestren y tengan la posibilidad de que sus obras lleguen a un público nacional e internacional. Además, es la única galería en la provincia en la que se realizan catalogos, lo cual para el artista significa una importante herramienta de promoción de su trabajo”, señala su directora.
Galería de Arte Daniel Rueda es el único espacio local reconocido por la AAGA (Asociación Argentina de Galerías de Arte). “Lo que más destaco es que son los mismos artistas los que han posicionado a mi galería como la referente del arte contemporáneo en la región. Gracias a ellos participo de importantes ferias y acciones de arte en el país y el extranjero. También destaco el trabajo desarrollado para que artistas de nuestro staff ingresaran a importantes colecciones argentinas y para que obras de artistas mendocinos estén presentes en las colecciones públicas como las del MMAMM, Museo Rawson de San Juan o la presencia de obras exhibidas con carácter permanentes en la KHG de la Universidad de Frankfurt. También tener el privilegio de colgar obras de arte de mendocinos en residencias de distintos destinos del mundo”, explica su director.
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