¿Qué son las industrias creativas?

Son aquellos sectores de actividad organizada que tienen como objetivo principal la producción o reproducción, la promoción, la difusión y/o la comercialización de bienes, servicios y actividades de contenido cultural, artístico y/o patrimonial

“O sea, un conjunto de posibilidades infinitas”, dice expansivo Sebastián Ladrón de Guevara, actual coordinador de Industrias Creativas de la Secretaría de Cultura, quien ha recorrido desde principio de año el territorio explicando de qué se trata esto de poner en relieve la cultura.

¿Cuánto cuesta el trabajo de un hacedor cultural (sea músico, plástico, escritor, diseñador, organizador de ferias? ¿Cómo puede aprender a cotizar su obra? ¿Cuáles son sus estrategias para obtener financiamiento? ¿De qué manera se pueden aprovechar las convocatorias?

¿Cómo generar redes para llevar a cabo proyectos colectivos y sustentables?

No hay manera de no entusiasmarse. Pues si la cultura suele ser la ‘hermana pobre’ de las áreas, ahora la brújula marca una tendencia que ya en América Latina comienza a concretarse.

“La economía naranja es la que permite que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales. Representa una riqueza enorme basada en el talento, la propiedad intelectual, la conectividad y por supuesto, la herencia cultural de cada región”. Sebastián hace referencia al libro del BID “La Economía Naranja. Una oportunidad Infinita”, donde Felipe Buitrago ha expandido este concepto.

Buitrago es en la actualidad Consultor de Asuntos Culturales, Solidaridad y Creatividad en el Banco Interamericano de Desarrollo y por más de una década ha trabajado en sectores culturales y creativos en el Ministerio de Cultura de Colombia, el British Council, el Observatorio Iberoamericano de Derecho de Autor y diversos espacios de consultoría privada y enseñanza académica.

La pregunta es ¿cuánto aportan las artes y los servicios creativos a las economías de los países? Y las respuestas pueden ser sorprendentes. El Cirque du Soleil, por ejemplo, emplea a más de 5.000 personas y reporta ventas que superan los 800 millones de dólares anuales.

Desde hace un tiempo, la economía naranja emerge con fuerza en el continente. Y pone en foco el poder económico que tienen los libros, la música, el teatro, los videojuegos, el diseño, la radio, el arte y la televisión de cada territorio. “El principal problema de los emprendedores culturales de aquí es la desinformación”, diagnostica Guevara.

Él, que fue convocado por la ciudad de Medellín como asesor, explica que este concepto se utiliza para referir el conjunto de actividades que permiten transformar las ideas creativas en bienes y servicios con alto valor agregado.

Hay que saber que, juntas, estas actividades generan más de 177.000 millones de dólares anuales a América Latina y dan empleo a más de 10 millones de personas, la mayoría jóvenes. Solo en Buenos Aires, uno de cada 10 empleos y nueve de cada 100 pesos son generados por empresas de este sector.

Claro que aún en Mendoza no se han realizado estas mediciones, tarea que ya está planteada y que, en base a este empuje, se realizará en los próximos meses. Aquí -afirma Guevara después de haber recorrido los departamentos y haber conversado con los hacedores de cada zona- hay una gran potencialidad para que el peso de estas industrias sea creciente.

Fuente Los Andes